CORIA: SU TORO Y SU BOBO

Del 23 al 29 de junio, se celebran en Coria las fiestas de San Juan. En la web de este pueblo cacereño, que nunca he visitado, he encontrado un «canto» a la cultura, a las tradiciones de nuestra tierra hispana. Hay mucha información en internet sobre el llamado Toro de Coria, que forma parte de la diversión de unos varoniles personajes que supongo pertenecerán al género humano. Pertenecerán a él porque tienen dos piernas, dos brazos, una cabeza, comen tres veces al día y duermen sobre una cama, normalmente cuando es de noche. El resto de su comportamiento, por lo menos durante los días en que celebran sus fiestas, les aleja de forma clara del eslabón evolutivo inmediatamente anterior al homo sapiens.

He aquí un poco de historia sobre tan «cultivada» salvajada. Me han llamado especialmente la atención estos tres párrafos:

«En los Archivos Ducales asentados en el Palacio de Liria de Madrid, se recogen importantes datos a cerca de la festividad de los Sanjuanes y de la organización de corridas y festejos taurinos por parte de los Señores Duques de Alba y Marqueses de Coria. Fiestas que, por otra parte, eran muy usuales en las villas de su propiedad como ceremonias conmemorativas tras la concesión de títulos, conquistas territoriales, visitas de los reyes y personajes ilustres, etc».
«La sangre, el valor y la emoción estuvieron pues, durante la dilatada Historia de los Sanjuanes, amalgamadas en sus ritualizadas ceremonias; donde el pueblo disfrutaba correteando los toros por campos, calles y plazuelas haciendo alarde de su destreza varonil frente a las enamoradizas damas».

«Pero pronto surgirán las primeras voces de protestas contra la Fiesta. Mas, ni las excomuniones de los papas, ni las reprobaciones de los teólogos y moralistas sirvieron para desarraigar la tradición, ni la afición, de los atrevidos corianos».

Los atrevidos muchachos de Coria, que cambiaron la muerte de un hombre por la de un animal, en vez de buscar a la moza de sus sueños sentados en una mesa con una amena charla, lo hacen haciendo ostentación de sus atributos masculinos (algunos lo llaman valentia), consistentes en torturar a un toro. El final del ritual es arrancarle los testículos, demostrando así su superioridad ante la bestia. Afortunadamente tienen el buen gusto de pegarle un tiro antes de apoderarse de tan simbólico trofeo.

Curiosamente en la web del Ayuntamiento figura un anuncio para contratar a un educador y a un psicólogo. Creo que con uno se quedan cortos, porque trabajo desde luego no le va a faltar. Le acompaño en el sentimiento.

En esta web, cuya lectura os recomiendo se puede leer:

Los “toros de Coria” (Cáceres) son conocidos también como “toros acerico” (en alusión a los ‘acericos’ o ‘almohadillas’ en los que los sastres clavan sus alfileres). Este nombre les viene de la violenta y cruel costumbre de los participantes en estos espectáculos de lanzar dardos a los toros, mediante el uso de soplillos o cerbatanas. Los dardos punzantes, adornados con una terminación en papel, se quedan clavados en la piel del animal.
Como se puede ver en la foto, incluso el morro y los ojos son el blanco de la horda. Como el gentío le lanza cientos de dardos, los toros se asemejan a los ‘acericos’ de los sastres, llenos de alfileres. Al final, después de que la gente se ha divertido hasta la saciedad con el sufrimiento de los animales, éstos son matados a tiros con escopetas y les cortan los testículos.

Y para rematar la fiesta, a uno de los toros se le entrega el trofeo Bobo de Coria, porque no debemos olvidar que este pueblo tuvo un bobo muy famoso, que retrató Velazquez. Se trata pues de un pueblo con una dilatada historia.

Que me perdonen los habitantes de Coria que no participan en tan dantesca tradición. Los que participan, que se sitúen frente a un espejo y piensen un poco en lo que son. A lo mejor, encuentran una horrible respuesta. No daré pistas, que para eso la evolución nos dotó de algo que nos hace diferentes, la inteligencia.